cuando la IA pesa mucho en el balance energético

cuando la IA pesa mucho en el balance energético

A medida que la inteligencia artificial (IA) se infiltra cada vez más en nuestra vida diaria, pocos se preguntan acerca de la huella energética que dejan estas tecnologías avanzadas.

Entre ellos, ChatGPT de OpenAI, un poderoso modelo lingüístico, está en el centro de un problema crucial: su considerable consumo de energía. Josh Gordon, especialista de Geonode, arroja luz sobre esta cuestión señalando que detrás de los algoritmos y códigos se esconde un consumo energético colosal.

ChatGPT es sinónimo de innovación pero también de alto consumo energético. Se estima que La energía anual necesaria para impulsar esta tecnología podría proporcionar electricidad a aproximadamente 120 hogares estadounidenses promedio..

Este consumo plantea preguntas críticas sobre la sostenibilidad de las tecnologías de IA.

¿Por qué ChatGPT consume tanto?

La respuesta está en la complejidad y potencia computacional que requiere ChatGPT. Estos modelos, formados sobre enormes bases de datos textuales, requieren una importante capacidad informática para su entrenamiento y funcionamiento diario. Solo el entrenamiento ChatGPT consume aproximadamente 1.287 gigavatios hora (GWh), y su funcionamiento diario requiere casi 1 GWh, equivalente a la energía de 33.000 hogares estadounidenses.

El consumo de energía de ChatGPT no está exento de consecuencias para el medio ambiente. La creación de GPT-3, la versión anterior de ChatGPT, generó 552 toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de 120 coches o al consumo eléctrico de 81 hogares estadounidenses. Estas cifras ponen en perspectiva el considerable impacto medioambiental de estas tecnologías.

Ante esta observación, se vuelve imperativa la búsqueda de soluciones más eco-responsables. Josh Gordon señala la importancia de desarrollar modelos de IA más eficientes, consumiendo menos energía para un rendimiento similar o mejor. La optimización de las infraestructuras de servidores, el uso de energías renovables para alimentar los centros de datos y el diseño de modelos que consuman menos energía son vías a explorar para reducir la huella de carbono de la IA.

Un futuro más verde para la IA

La historia del consumo de energía de ChatGPT y sus alternativas destaca un tema importante: la necesidad de conciliar el progreso tecnológico y la sostenibilidad ambiental. Como recuerda Josh Gordon, “El futuro es algo que creamos.“. Por lo tanto, corresponde a los actores de la IA desarrollar tecnologías que no sólo sean inteligentes y útiles, sino también respetuosas con nuestro planeta.

Este artículo destaca la urgencia de adoptar prácticas más sostenibles en el desarrollo de la IA. A medida que el progreso tecnológico continúa evolucionando a un ritmo vertiginoso, es crucial cuestionar formas de minimizar su impacto ambiental, para avanzar hacia un futuro donde la tecnología y la ecología puedan coexistir armoniosamente.