80 mil millones de dólares y más

80 mil millones de dólares y más

Según información revelada por el New York Times el 16 de febrero, OpenAI, la empresa a la vanguardia de la inteligencia artificial, vio dispararse su valoración hasta más de 80.000 millones de dólares.

Esta valoración resulta de una transacción particular, orquestada por Thrive Capital, que implica la venta de acciones existentes a través de una oferta pública de adquisición. A diferencia de las rondas de financiación tradicionales, esta operación permite a los empleados monetizar sus acciones, poniendo de relieve un enfoque innovador en la financiación de empresas tecnológicas.

Esta nueva valoración marca un crecimiento significativo en comparación con la oferta pública anterior, iniciada por firmas de renombre como Thrive Capital, Sequoia Capital, Andreessen Horowitz y K2 Global, que habían valorado OpenAI en 29 mil millones de dólares.

Mientras tanto, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, está buscando activamente financiación para lanzar una empresa de semiconductores destinada a aumentar la capacidad mundial de fabricación de chips.

El ambicioso proyecto, destinado a aumentar las capacidades y reducir los costos de la inteligencia artificial, podría requerir una inversión colosal de varios billones de dólares, y se están manteniendo conversaciones con inversores, incluido el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos.

OpenAI lanza un generador de texto a vídeo impulsado por IA

En otro desarrollo, OpenAI enfrentó un revés legal cuando su solicitud de marca para el término “GPT” fue rechazada por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (USPTO), citando la naturaleza genérica y amplia del término. Esta decisión resalta los desafíos de proteger las innovaciones en un campo tan dinámico como la inteligencia artificial, donde el equilibrio entre la protección de la propiedad intelectual y la comprensión pública de los términos técnicos es crucial.

Finalmente, OpenAI presentó recientemente Sora, un revolucionario modelo de IA capaz de generar videos de un minuto a partir de simples instrucciones de texto. Aunque esta tecnología promete redefinir la generación de contenido de vídeo, su acceso sigue siendo limitado al público, y OpenAI prefiere una evaluación en profundidad para evitar posibles abusos.

Esta cautela refleja la creciente preocupación por los riesgos asociados con las herramientas impulsadas por la IA, incluida la desinformación, el contenido que incita al odio y los prejuicios, así como el posible impacto en el empleo en las industrias creativas.