¿Qué pasa si nuestro universo es un holograma? »Scienceabc

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La idea de residir dentro de un holograma sigue siendo una hipótesis. No ha sido aceptado universalmente entre los físicos y sigue siendo una de varias teorías que intentan dilucidar la naturaleza fundamental de nuestro universo.

Imagine, por un momento, que toda nuestra existencia no es más que un holograma, una imagen tridimensional proyectada en una superficie bidimensional. Es una idea que puede parecerse mucho a la ciencia ficción, pero en el mundo de la física, es un concepto que se ha explorado bastante seriamente. En este artículo, exploraremos el concepto de vivir dentro de un universo holográfico, desentrañando sus misterios y arrojando luz sobre la naturaleza intrigante de nuestra existencia.

¿Qué es un holograma?

Comencemos con lo básico. Es posible que haya visto pegatinas holográficas en su tarjeta de crédito. Estas pegatinas hacen algo bastante sorprendente: crean imágenes 3D que parecen aparecer cuando las miras desde diferentes ángulos. Pero, ¿cómo lo hacen?

Una imagen artística de un satélite volando alrededor de la tierra en una proyección holográfica. (Créditos: Maxim Gaigul/Shutterstock)

Los hologramas funcionan capturando cómo la luz interactúa con un objeto y luego utilizando esa información para crear una imagen 3D realista. Es como tomar una instantánea de cómo la luz rebota en un objeto y luego convertir esa instantánea en una escena 3D.

Interferencia: el secreto detrás de los hologramas

Ahora, aquí es donde realmente sucede la magia. Para hacer un holograma, usamos algo llamado «interferencia». No se preocupe, no es tan complicado como parece. Piénselo así: cuando dejas caer una piedra en un estanque, crea ondas en el agua. `Donde las ondas se superponen, ves patrones de áreas claras y oscuras.

Patrones de interferencia de una película delgada de esmalte de uñas en un cartón. (Créditos: Tafaltens/Wikimedia Commons)

Los hologramas funcionan de manera similar. Utilizamos un tipo especial de luz (de un láser) para crear patrones de áreas ligeras y oscuras en una superficie especial. Estos patrones contienen toda la información importante sobre el objeto que queremos capturar. Es como un código secreto que se convierte en una imagen 3D cuando la decodificamos.

El principio holográfico

La noción intrigante de que nuestro universo podría ser un holograma se basa en un concepto conocido como el «principio holográfico». Este principio, que llamó la atención por primera vez a fines de la década de 1990, fue inicialmente propuesto por los físicos Leonard Susskind y Gerard 'T Hooft, con importantes contribuciones a su desarrollo del teórico de cuerdas Juan Maldacena.

Según este principio, toda la información sobre los eventos que ocurren dentro de un espacio particular se puede codificar en el límite de ese espacio, al igual que un holograma 2D encapsula la información de un objeto 3D. Este concepto tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de la naturaleza fundamental del universo.

La esencia de este principio radica en su sugerencia de que todo lo que tiene lugar dentro de una región definida del espacio puede representarse en términos de la información almacenada en su límite, en lugar del espacio volumétrico dentro de ella. Es similar a imaginar un sistema de almacenamiento de datos cósmicos donde el límite contiene todos los datos esenciales, y el espacio interior simplemente actúa como una proyección de esos datos.

La conexión del agujero negro

Ahora, es posible que se pregunte cómo este concepto aparentemente abstracto se conecta con nuestra realidad cotidiana. Aquí es donde las enigmáticas entidades celestiales conocidas como agujeros negros entran en la escena. Los agujeros negros son regiones increíblemente densas en el espacio, caracterizadas por fuerzas gravitacionales tan intensas que ni siquiera la luz puede escapar de sus embragues.

Los científicos han propuesto una idea bastante alucinante, lo que sugiere que toda la información sobre los objetos que se aventuran en un agujero negro podrían codificarse en su horizonte de eventos, el límite que rodea el agujero negro. En esencia, este límite podría servir como un holograma cósmico que conserva un registro de todo lo que se ha atraído al agarre gravitacional del agujero negro.

Ilustración 3d de un agujero negro

Para proporcionar un contexto a este concepto, dibujemos una analogía con la experiencia de ver una película en un cine tradicional. Mientras se sienta en su asiento de teatro, absorto en una película en 3D, puede sentir que es una parte integral de la acción que se desarrolla en la pantalla. Sin embargo, la realidad es que toda la película es esencialmente una proyección en una pantalla plana.

Del mismo modo, el principio holográfico propone que nuestro familiar universo 3D podría ser una proyección de información a escala universal codificada en una superficie 2D, una especie de «pantalla» para nuestra realidad. Esta analogía ofrece una visualización simplificada de cómo nuestra percepción 3D del mundo podría surgir de la información contenida en una superficie de baja dimensión.

¿Por qué importa?

El concepto de vivir en un holograma sigue siendo un tema de discusión y exploración científicas en curso. Ciertamente aún no ha pasado del ámbito de la teoría a los hechos establecidos. Sin embargo, su importancia radica en los desafíos profundos que plantea para nuestra comprensión del universo.

Al explorar este concepto, los científicos tienen como objetivo establecer conexiones entre diversas ramas de la física, uniendo los ámbitos de la mecánica cuántica y la relatividad general.

Esta idea presenta una solución prometedora para algunos de los conflictos prominentes en la física moderna. Por ejemplo, ofrece un medio potencial para conciliar las leyes aparentemente contradictorias del mundo cuántico con los principios que rigen el universo en las escalas cosmológicas. En el ámbito de la mecánica cuántica, el fenómeno de la superposición permite que las partículas existan en múltiples estados simultáneamente.

El concepto de universo holográfico ofrece un marco intrigante para comprender cómo funciona la superposición, así como su influencia en nuestra percepción de la realidad.

Una representación de diferentes campos de física basados ​​en las tres constantes universales; La velocidad de la luz (c), la constante gravitacional (g) y la constante de Planck (h) (créditos: cmglee/wikimedia commons)

Además, esta perspectiva tiene el potencial de cerrar la brecha entre la teoría de la relatividad general de Einstein y la mecánica cuántica, dos teorías extraordinariamente exitosas en sus respectivos dominios. El principio holográfico proporciona un marco único para armonizar estas descripciones aparentemente conflictivas del universo.

En esencia, la idea de vivir en un holograma sirve como un poderoso experimento mental que empuja los límites de nuestra comprensión de la realidad. Si bien inicialmente puede sonar descabellado, sirve como un recordatorio vívido de que el universo está repleto de misterios esperando ser desentrañados, y nuestra percepción de la realidad puede ser mucho más intrincada (o limitada) de lo que nos hemos atrevido a imaginar.

Investigación y preguntas en curso

El concepto de un universo holográfico continúa siendo un área activa de investigación y especulación dentro del ámbito de la física. Los científicos participan activamente en experimentos y modelos matemáticos para evaluar la validez de este concepto.

Una faceta particularmente intrigante de esta investigación se refiere al estudio de la radiación de fondo de microondas cósmicas (CMB), que representa el resplandor del Big Bang. Al examinar los patrones e irregularidades presentes en el CMB, los investigadores aspiran a descubrir evidencia que respalda el principio holográfico. Estos patrones pueden servir como pistas que indican la presencia de información codificada en el límite de nuestro universo observable.

La sonda de anisotropía de microondas Wilkinson de nueve años (nave espacial de la NASA) Mapa de calor de las fluctuaciones de temperatura en el fondo de microondas cósmico. (Créditos: Equipo de Ciencias de la NASA/WMAP/Wikimedia Commons)

Sin embargo, es crucial reconocer que la idea de residir dentro de un holograma sigue siendo una hipótesis. No ha sido aceptado universalmente entre los físicos y sigue siendo una de varias teorías que se esfuerzan por explicar la naturaleza fundamental de nuestro universo.

Una última palabra

La idea de vivir en un holograma es un concepto que continúa cautivando la imaginación de los científicos y pensadores de todo el mundo. Si bien puede parecer complicado al principio, podemos comprenderlo contemplando cómo se pueden proyectar imágenes 3D desde superficies 2D, al igual que los hologramas que encontramos en la vida cotidiana.

Si realmente existimos dentro de un holograma o no sigue siendo un enigma que los científicos están trabajando diligentemente para resolver. Este concepto desafía nuestra comprensión del universo y plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la realidad. A medida que nos aventuramos más profundamente en los reinos de la física y la cosmología, podemos descubrir que las respuestas a estas preguntas son más alucinantes de lo que podríamos haber imaginado.

En última instancia, la búsqueda del conocimiento es un viaje emocionante, y conceptos como el universo holográfico sirven como recordatorios conmovedores de que el universo está repleto de maravillas que aún no se han descubierto y los misterios esperando ser desentrañados. En nuestra búsqueda para comprender la naturaleza de la realidad, seguimos descubriendo que el universo está lleno de posibilidades cautivadoras y expandidas por la mente.

Referencias (haga clic para expandir)

  1. El mundo como holograma | Revista de Física Matemática.
  2. Las simetrías revelan pistas sobre el universo holográfico.
  3. Sheikhahmadi, H. (2021). Sobre el origen del universo holográfico (versión 2). Arxiv.
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